miércoles, 27 de noviembre de 2013

Tamás Krausz: 20 años sin la URSS. Lecciones y desafíos para el futuro (y II)

Hace ya más de un año se tradujo en Crónicas Húngaras la charla de uno de los más destacados rusistas europeos, el húngaro Tamás Krausz, en una conferencia internacional celebrada en Moscú, llamada "20 años sin la URSS. Lecciones y desafíos para el futuro". Quedó pendiente la sección de preguntas del público, y por falta de tiempo el proyecto quedó en el aire, hasta hoy.  He aquí la continuación. Como puede verse, la mayoría de los participantes estaban muy interesados por las peculiaridades del caso húngaro. La primera parte del artículo, con la charla de Tamás Krausz, puede consultarse aquí.

Naturalmente, ni que decir tiene que desde Crónicas Húngaras no se comparte el análisis de Tamás Krausz, pero es uno de los intelectuales húngaros más destacados y , a pesar de todo, dice cosas interesantes y a tener en cuenta. Caso especial merece el punto en el que critica a los socialistas húngaros... no olvidemos que Krausz estuvo en el partido socialista hasta hace bien poco, y precisamente el periodo que está criticando es aquel en el que aún estaba dentro del partido. Desde Crónicas Húngaras tampoco se comparte ni su visión de la Hungría socialista ni mucho menos la de Stalin o la URSS, aunque se reconocen sus esfuerzos por desmitificar la historia de la URSS y el socialismo. 

Libro de Tamás Krausz: Stalin, vida y época. Fuente: Universidad de Szeged

- P. Linke (director del Fondo Rosa Luxemburgo en Rusia):  Mi pregunta hace referencia al nacionalismo húngaro. ¿En qué medida es, en su opinión, un fenómeno característico del desarrollo postsoviético? ¿En qué medida puede ser resultado del desarrollo específico del socialismo hasta la década de los ochenta del siglo pasado? Y una segunda cuestión: ¿Cómo se interpretan y diferencian en los medios culturales húngaros los términos patriotismo y nacionalismo?

- T.K.: Este nacionalismo, por su contenido ideológico se remonta a los años 30. Puedo decirlo con toda seguridad. Sus símbolos, su lógica de pensamiento, su imagen del arte, de la cultura, etc, se remontan a Horthy, a los Cruces Flechadas, a Mussolini, etc. Pero en las circunstancias actuales es una respuesta al proceso de Globalización.   La gente no conoce las fuentes del nacionalismo, pero sabe que Hungría, desde el punto de vista económico, como país, ha dejado de existir. Ya no hay un país, en términos económicos, llamado Hungría. O como suele decirse, es un país vendido. El capitalismo nacional no es importante dentro  del sistema del capitalismo global. Nuestros grandes capitalistas, que siempre van ondeando en nuestro país las banderas del nacionalismo, se dedican a invertir más dinero en Varsovia o en otros lugares, pero como capital nacional solo existen en las cabezas del gobierno y solo de palabra están dispuestos a defender los intereses nacionales de Hungría. Y esto tiene sus consecuencias -muchos piensan que se puede restablecer la independencia económica del país. Pero a fin de cuentas esto es imposible dentro de los marcos de la UE y además no vale la pena. Y puede ser todavía peor porque ser obrero para el capital nacional es algo peor incluso que ser obrero para el capital alemán de una fábrica de automóviles. Las condiciones sociales y todas las demás son mejores en este último caso.

Respecto a su segunda pregunta. Puedo decir que hoy en día en Hungría es imposible diferenciar entre nacionalismo y patriotismo. El patriotismo es un concepto del régimen anterior, del gobierno socialista. No digo que no se use la palabra patriota, pero la expresión "nacionalismo étnico" - de la palabra etnicum, etnos, es un término medieval y nuestros estudiosos usan precisamente este término, lo cual, a mi modo de ver, es una completa idiotez. El concepto etnicum, etnos, caracteriza las relaciones parentales y tribales y en la actualidad, todos los pueblos de Europa Oriental, desde el punto de vista ideológico, viven en un renacimiento etnonacionalista, en una embriaguez etnonacionalista. Todos dicen: somos el etnos, el etnos especial. Y todos estos etnos, naturalmente, son una idiotez, pero no se habla del patriotismo, sino de las tradiciones étnicas. Y me imagino que es lo mismo aquí.

- B. F. Slavin (Universidad Pedagógica Estatal de Moscú): Tamás, ¿en qué situación están en la actualidad las cooperativas en Hungría?

- T.K.: Entiendo que esta pregunta está relacionada con el hecho de que Hungría, a finales de los años ochenta ocupaba el sexto lugar de Europa en cuanto a sus sector agrícola y ahora nuestra economía agraria está en ruinas.  En los años noventa del siglo XX destrozaron todo nuestro sistema de cooperativas agrícolas. Todavía en 1989 se consiguió incluir en la nueva constitución un artículo que permitía fábricas y cooperativas autogestionadas, pero al año siguiente, el nuevo gobierno capitalista y nacionalista anuló dicho artículo. Y aunque en el parlamento por aquel entonces todavía existía una fracción de socialistas y, de hecho, el ex-primer ministro durante el régimen socialista, Miklós Németh, un comunista, se pasó al lado de los capitalistas y llego incluso a votar contra las peticiones socialistas, junto a la mayoría de los liberales y los nacionalistas. Así que ya entonces todo quedó claro, aunque formalmente solo a partir de 1996 fueron liquidadas las cooperativas jurídica y políticamente, y también en la práctica. En la actualidad no queda ni una sola cooperativa en funcionamiento en Hungría.

Historia de la URSS, Tamás Krausz. Fuente: Bookline

- V. Mezhúiev (Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias de Rusia): ¿Cómo se puede explicar más en profundidad el resurgir del nacionalismo, no solo en Hungría, sino en muchos países, y en particular en Rusia? ¿Se puede explicar solo económicamente o como  herencia de los años 30? ¿No le parece que hay razones más profundas? Esta es la primera cuestión. La segunda, ¿qué se puede oponer al nacionalismo, si, como ha quedado claro, ni el liberalismo ni el socialismo, como se ha visto, no han podido hacerlo?

- T.K.: La vieja ideología legitimista, el marxismo-leninismo, ha muerto junto con todo el sistema. Y en definitiva es necesaria una nueva ideología, si la ideología liberal no funciona, porque es imposible con los métodos liberales acabar con la explotación y el robo de la plusvalía a los obreros, entonces es necesaria otra. ¿Y cuál puede ser? Excepto el nacionalismo, en Europa Oriental y también en Rusia, hablando sinceramente, yo no veo ninguna otra ideología más que el socialismo. ¡Pero intente hablar directamente en Hungría de socialismo!

- Réplica del auditorio: ¿Es peligroso?

- T.K.: Sí, lo es. Hay distintos tipos de castigos. Yo quiero en estos momentos publicar un libro con el provocador título de "Percepción marxista de la historia", y espero que no me "den una paliza", porque yo ya estoy bastante viejo. Pero los jóvenes, incluso los que son marxistas, no se atreven a decir directamente "somos marxistas". Dicen "historiadores del marxismo". Porque todo se ha venido abajo. Ustedes en Rusia también lo saben, si alguien habla del socialismo en seguida le acusan de estar por el régimen anterior, aunque digas que ya entonces estabas en contra de tal o cual cosa, o que hables de que ya en tal época reflexionamos sobre las nuevas concepciones del socialismo, esto no importa, porque la nueva máquina propagandística es mucho mejor que la antigua y más efectiva. Ya que es nacionalista y pluralista. Cabe desde el fascismo a diversos tipos de nacionalismos, todos ellos tienen lugar. 

Así que  en Hungría esto es poco habitual, aunque claro, en Rusia la cosa es más fácil, ya que tienen la Gran Guerra Patria, pero en los estados bálticos o en Hungría la cosa es mucho más difícil, incluso en Polonia es más fácil, ya que Polonia luchó en el lado de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial.

En Hungría, a diferencia de Alemania, donde hubo ya en 1966 un proceso por el asunto de Auschwitz, en Hungría, y también en la URSS, nunca antes, por muchas razones, se habló sinceramente sobre el Holocausto, y tampoco se discutió del tema en la sociedad. Es un hecho. Y ahora nos toca beber este té amargo. 

- L.A. Bulavka (Instituto Ruso de Culturología): En una sociedad la cultura siempre se presenta como un reflejo del sistema político. ¿Qué situación hay en Hungría respecto a la cultura?

- T.K.: Es una cuestión interesante. La cultura -en el estricto sentido de la palabra- ha permanecido. Desde el sistema anterior. La literatura y otras cosas de ese periodo sigue siendo accesible en cualuier tienda. Para los canales de televisión del plan cultural, educativo y colectivo, sencillamente no hay donde coger materiales, excepto en el régimen socialista. La nueva cultura no existe. Y lo que hay es simplemente una cultura de propaganda, del Peep Show. Dos millones sobre un total de diez miran cada tarde algún programa semejante. Los reality show son la nueva cultura, en Hungría, claro. El pueblo los ve...

Recuerdo que en Hungría la gente leía a Tolstoi en el metro en los años setenta, ahora ya no leen.

- L.A. Bulavka: ¿Cómo es de famoso en la actualidad el extraordinario director Zoltán Fábry?

- T.K.: Zoltán Fábry ya murió, pero sus trabajos se siguen considerando de gran valor. Pero otros directores como Jancsó, Károly Makk, István Szabó y otros fueron muy famosos en los años setenta y ochenta, pero ya están casi olvidados. Jancsó cumplió el mes pasado ochenta años y ni siquiera informaron en la televisión. 

- Pregunta del público: ¿Y recuerdan a Lukács en Hungría?

- T.K.: !Y tanto que lo recuerdan! Por ejemplo le acaban de retirar el nombre de Lukács a una calle. Puede que los franceses e ingleses puedan de alguna forma protejer sus revoluciones, pero en Hungría, el presidente de la Academia de Ciencias ha dicho que el marxismo es algo ajeno a la civilización humana. 

- M. Rubinchik: ¿La medicina es de pago?

- T.K.: Si tienes dinero, sí, entonces es de pago. Sino es necesario hacer cola incluso para cualquier análisis rutinario con algún especialista bastante corto de miras. 

- Pregunta: Respecto a la lengua. El húngaro es una lengua muy específica y limitada solo territorialmente a Hungría. ¿Cómo se manifiesta la política del nacionalismo étnico en la calidad de la vida cultural?

- Es cómo Usted puede imaginarse. Nuestro nacionalismo es muy cerrado porque desde el punto de vista lingüístico estamos vinculados a la familia fino-ugra de lenguas. Pero esto no significa, naturalmente, que entendamos a los estones o fineses, si acaso hay dos o tres palabras que se pueden entender, pero incluso esto es discutible. Por ejemplo "kala", "hal", que significa pez, yo lo puedo entender, pero es que esta palabra se usa rara vez en finés. 

En Hungría, todo el partido fascista está organizado en base a rechazar los acuerdos de Versalles, la así llamada paz de Trianón, tras la Primera Guerra Mundial, porque Hungría perdió los dos tercios de su territorio. Y ahora, después de noventa años, todo el partido se construye sobre eso y encima gracias a eso consiguen tantos éxitos, porque el partido socialista ha destruido su propia base obrera y estos obreros, hay que decirlo sinceramente, se han pasado al lado de los fascistas, en lugar de luchar contra la propiedad privada capitalista injurian a los gitanos y apoyan el antisemitismo.
Pregunta: Los disidentes húngaros neomarxistas, que se basaron en Gamsci, Lukács, como el profesor Kotz comentó, en los años ochenta, de pronto se volvieron liberales, yo no los voy a nombrar, usted también los conoce. Ellos viven todavía, ¿dónde? ¿están arrepentidos viendo lo qué pasa en su país? Y eso que era una lucha ideológica muy seria.

- T.K.: Ellos son tal y como los tienen ustedes también. Al principio todo estaba muy bien, solo que la élite política y el pueblo no han asumido correctamente la variante liberal. Así que ellos no han aprendido nada, no han entendido nada, siguieron adelante por el camino anticomunista. Sin ningún análisis serio. Se van modernizado. Ayudan al nuevo régimen aunque como liberales lloran por el predominio del nacionalismo, pero siguen llevando adelante la lucha contra el marxismo.  Yo tengo en consideración la opinión de esta gente, porque cuando estaban en la oposición, en el régimen socialista, pronosticaron muchas de las tendencias negativas. En 1983 escribían por ejemplo que la URSS sufría no de tener mucho socialismo, sino de demasiado poco socialismo. Y ahora estos mismos hablan el lenguaje ideológico postmoderno. Incluso dicen cosas como que el nacionalismo es producto del comunismo y cosas así. Que ahora hay democracia y antes había una dictadura. Y yo siempre les he dicho que en los años 60, después de Lukács, estos liberales que se encontraban en la oposición, pudieron crear sus conepciones filosóficas, pudieron llevar la lucha filosófica en dos frentes, contra el estalinismo y contra el capitalismo. Hoy ya al periodo completo de socialismo estatal se lo considera estalinismo.

Y ellos siempre discuten de las fases del estalinismo... Y claro, en el simple estudiante levantan la impresión de que todo el periodo del socialismo fue estalinista. En vano les explico que cuando estuve en la URSS, en 1972, alguien me acusó de trotskista y no me expulsaron de la URSS, es más pasé tres meses en el país. Ellos piensan que yo les pinto color de rosa el antiguo régimen socialista. Y echan toda la historia del socialismo en el saco de la violencia y el terror. Dicen que yo justifico el sistema del GULAG y soy un estalinista, aunque como historiador fui el primer húngaro en escribir en el antiguo régimen un libro acusando a Stalin, e incluso fue publicado en la URSS en 1989. No puedo hacer nada contra eso, así es la época, y ya pasará...

"Stalin", de László Béládi y Tamás Krausz. Fuente: Könyvekamiket

- Pregunta: Dígame, cuál es la causa del fenómeno Slavoj Žižek. 

- Precisamente lo publicamos a menudo, para ser sinceros. Incluso hemos puesto en nuestra página web su charla en Nueva York sobre la acción "Ocupa WallStreet".  Allí habló muy bien. Es un camarada muy simpático. Ahora no quiero analizar sus libros, por falta de tiempo, pero cité uno de ellos en mi obra sobre Lenin, que acaba de salir ahora en Moscú, en ruso. Perdón por hacerle propaganda. 

- Mijail Kropotkin: Tamás, en tu charla ha sonado la frase - vender Hungría. ¿Cómo concuerda eso con el crecimiento de la popularidad de los nacionalistas? Y una segunda pregunta, si en el país hay un 50% de paro, y no hay izquierda, ¿cómo se puede entender eso?

- T.K: Es necesario decir aquí que la izquierda se ha desacreditado a sí misma tanto como los social-liberales. Ellos estuvieron ocho años en el poder, y se llamaba a sí mismos "izquierda". Después de eso ¿cómo podemos esperar que un simple obrero húngaro se considere de izquierdas? Si es que ellos han hecho todo lo que las organizaciones liberales internacionales le exigían al gobierno. Lo han hecho todo.  Por supuesto, los nacionalistas también lo hacen, pero ellos al menos ofrecen una "poción" nacional, esto es importante, ¿lo entiende? Tienen una pócima. Gitanos y judíos. Siempre nos hablan del tema, incluso en el parlamento. No sé cómo decirlo en ruso, pero en Hungría, en el parlamento se injuria a los judíos.  Aunque todos saben que el capital israelí es un 2 o un 3% del total en el país. Según esto habría que injuriar a los alemanes o a los franceses, pero solo se hace con los judios y con los gitanos. ¿Por qué? Porque el gobierno nacionalista está compuesto de millonarios, oligarcas diría en ruso. Han robado todo lo que han podido. Por ejemplo, la mujer de Orbán es poseedora de un inmenso patrimonio.  Tierras de labor, aldeas, montes. ¿Cómo es posible?  Seguro que es una mentira inventada y descarada. 

En Hungría hay muchas organizaciones de izquierda que se encuentran en la periferia política y social, casi con aspecto de pequeñas sectas. Pero desde el punto de vista teórico, la crítica anticapitalista en Hungría es fuerte en la actualidad. No olvidéis que todos somos hijos de Lukács en el sentido estricto de la palabra. Nuestra revista más destacada, Eszmélet tiene muy buenas relacciones con sus amigos en Moscú, con los compañeros de Alternativy, ya desde hace veinte años.

Fuentes: Alternativy

3 comentarios:

Oxandabaratz dijo...

Muy interesante, aunque concuerdo contigo en no estar de acuerdo en unas cosas como la crítica al de "stalinismo".

Gracias por traérnoslo

jozko dijo...

Pues sí. Es indudable que Krausz sabe de lo que habla, pero no estoy de acuerdo con su análisis de la URSS ni de la figura de Stalin. El propio Krausz tiene algunas cosas un poco "raras". Por ejemplo fue un disidente (de izquierdas, marxista) en la época socialista.... pero luego estuvo militando en el partido socialista hasta el 2009. Vale que fuera de su sector crítico de izquierdas... pero es un poco fuerte que tuviera que esperar hasta el 2009 para desilusionarse del partido socialista, después de que este hubiera gobernado Hungría junto con los liberales entre 1994-1998 y entre el 2002 y el 2010. Respeto la figura de Krausz desde el punto de vista de que es un gran rusista y en sus textos intenta desmontar las falsificaciones sobre la historia del socialismo y la URSS... pero no puedo estar de acuerdo con su visión de Stalin y de la historia de los países socialistas. Ni tampoco con su visión de la actualidad húngara (es líder de el referente de IU en Hungría, Izquierda Unida Húngara, que adolece de los mismos problemas que IU en España, empezando por su "simpatía" hacia los socialistas). Un saludo, camarada y amigo!!

Carlos A mesa dijo...

A mi me pareció muy interesante su exposición. Tengo mi postura sobre el estalinismo pero en realidad su crítica hacia este no me parece peculiar.

Es curioso que ahora mencione que se vuelve a leer a Lukacs. en los años 80 Rafael Poch mencionaba que sus discípulos y alumnos se habían ido a occidente, por lo demás no se mencionaba y ni siquiera se hacía referencia, lo peor era que había personas entusiasmadas con ...Ortega y Gasset.

El tema del nacionalismo como lo expone tiene algunas partes en los que está de acuerdo, además del sector de la disidencia. Es triste que al final lo que quería la intelectualidad era aferrarse a una posición acomodada y nada más.

El futuro de Hungría lo sigo viendo negro.